La formación

En Jesús-María, la formación es un proceso integral que nos prepara para vivir nuestra vocación con libertad interior y disponibilidad radical para la misión. Inspiradas por Santa Claudina Thévenet y los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, buscamos forjar mujeres fuertes en la fe, capaces de adaptarse a las realidades del mundo y llevar la Buena Noticia donde más se necesita.
Un camino de libertad interior...
¿Qué caracteriza nuestra formación?
Libertad interior: La formación cultiva en cada religiosa la capacidad de discernir, integrar cambios y lanzarse con audacia hacia el futuro, confiando plenamente en Dios.
Disponibilidad para la misión: Nos preparamos para estar siempre listas a responder a los retos del mundo con creatividad apostólica y esperanza.
Ancladas en la fe: Una vida enraizada en la fe nos impulsa a construir el Reino de Dios con valentía y compromiso.
Inspiración mariana: María, Reina de los Apóstoles, es nuestro modelo de entrega y obediencia total a Dios. Contemplarla nos ayuda a imitar su corazón generoso y lleno de fe.
Etapas de formación
Nuestro proceso de formación incluye:
Aspirantado – Prepostulantado: Proceso de acompañamiento previo al ingreso en la experiencia de vida consagrada, en este la joven conoce la comunidad y la comunidad conoce a la joven que aspira a nuestra comunidad.
Postulantado: Una etapa inicial para discernir y profundizar el llamado de Dios.
Noviciado: Un tiempo de intensa experiencia espiritual y de crecimiento en el carisma de Jesús-María.
Juniorado: Una fase para consolidar la formación a través de estudios y apostolados, fortaleciendo la disponibilidad para la misión.